UTN
QUÍMICA Y ELECTROMECÁNICA: FINALIZARON SUS CARRERAS DE INGENIERÍA PRESENTANDO UN PROYECTO INTERDISCIPLINARIO
En su proyecto final de carrera, una estudiante de Ingeniería Química y un estudiante de Electromecánica unieron sus conocimientos para desarrollar una propuesta de generación de energía eléctrica a partir de un residuo de la industria arrocera.
María Belén Jantus y Martín Azcoaga desarrollaron en conjunto su Proyecto Final de Carrera, lo defendieron con éxito la semana pasada ante el jurado evaluador y, de esta manera, se recibieron de ingenieros en la Facultad Regional Resistencia de UTN. Hasta aquí - salvando el hecho de que terminar una carrera es un momento trascendental en la vida de cualquier persona- nada fuera de lo común para una mesa de examen. Sin embargo, la particularidad del caso es que Belén se recibió de ingeniera química, mientras que Martín se graduó como ingeniero electromecánico. Es decir, decidieron desarrollar un trabajo interdisciplinario, integrando saberes y complementando conocimientos entre dos carreras de ingeniería. Se trata de una experiencia que, si hablamos de proyectos finales, tiene pocos precedentes en la historia de la Regional Resistencia.
Su proyecto, fruto de más de dos años de trabajo, llevó por título Gasificación de cascarilla de arroz para la generación de energía eléctrica. Con una mirada sustentable, postula la valorización de la cascarilla, un subproducto abundante en la agroindustria del NEA, como una solución viable y prometedora para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Asimismo, la propuesta incentiva a trabajar en la maximización de subproductos de la biomasa, lo cual permite avanzar hacia negocios de cero residuos y carbonos neutrales. La mesa evaluadora lo calificó con un 10.
Respecto al trabajo interdisciplinario, los ahora flamantes ingenieros destacaron que fue "una experiencia muy enriquecedora para ambos", ya que "trabajar con dos puntos de vista diferentes dio lugar a un análisis más completo en toda la parte ingenieril". Por ejemplo, Belén señala que ella, desde el área de Química, "tenía más para aportar en lo que refiere a procesos, mientras que Martín tenía más conocimientos en lo que respecta a máquinas y a generación de energía; de manera que pudimos complementarnos y aprender uno del otro".
El jurado evaluador estuvo integrado por docentes de ambas carreras: por Ingeniería Química, Carola Sosa -directora del Departamento-, Rubén Sirtori y Alfredo Sequeira; y por Ingeniería Electromecánica, Gustavo Paredes -director del Departamento-, Juan Ferragut y Eduardo Hryczyñski; dada la peculiaridad de esta instancia, también fue invitado para presenciar la defensa del proyecto el secretario Académico de la Facultad, Walter Morales. El ingeniero Sirtori, docente a cargo de Proyecto Final en la carrera Ingeniería Química, celebró la decisión de los estudiantes de trabajar interdisciplinariamente y remarcó que su cátedra promueve desde hace muchos años este tipo de proyectos, aunque reconoce que aún "son poco los alumnos que se animan o que comparten criterios como para desarrollar un proyecto conjunto".
El Proyecto Final de Carrera propone a los estudiantes llevar a cabo un trabajo práctico real, que resuelva un problema concreto, a la vez que representa un primer contacto formal con la realidad profesional en la que van a integrarse al finalizar sus estudios. Por ello, resulta fundamental el desarrollo de capacidades relacionadas con la comunicación, el trabajo en equipo y la integración de contenidos para el abordaje integral de situaciones complejas. El de Martín Azcoaga y María Belén Jantus es el cuarto proyecto final de carrera interdisciplinario presentado por estudiantes de la Facultad Regional Resistencia en la historia; las anteriores experiencias datan de 2005, 2012 y 2013, siempre entre las carreras Ingeniería Química e Ingeniería Electromecánica.